01 octubre 2013

Que tu alimento sea tu medicina


El ser humano tiene una gran capacidad física de adaptación, puede arreglárselas para vivir en los climas más fríos como en las zonas glaciares y en los áridos y calurosos desiertos, el metabolismo está dotado de una inmensa capacidad para sobreponerse a las adversidades, vivir en ciudades con altos índices de smog, con un ruido ensordecedor, con cargas de estrés laboral o familiar de manera constante.

Pero aunque pueda adaptarse debido a su capacidad innata de supervivencia, esto no quiere decir que su estado sea el óptimo, generalmente nuestro cuerpo sufre por las condiciones que le toca vivir, pero, sufre en silencio, o con un susurro que no escuchamos y es que nuestra mente siempre ocupada, ya sea en planes, preocupaciones, fantasías o recuerdos, poco o nada se hace por ayudar a las condiciones que pudieran favorecer la salud de nuestro organismo.

Y nada más ejemplar que la manera en que la mayoría nos alimentamos, la mayoría, la gran y aplastante mayoría comemos más lo que nos gusta independientemente de lo que nos nutre, nuestro cuerpo diariamente recibe mucha más comida que nos daña en lugar que esta comida nos ayude a tener un organismo más resistente para todas las demás inclemencias por las que le toca atravesar. Es increíble ver cómo se gasta gran cantidad de los recursos económicos en comprar ropa de marca, celulares con la última tecnología, como se gasta en los mejores maquillajes, tintes, joyería y hasta cirugías estéticas, pero cómo, paradójicamente, le damos a nuestro cuerpo, ese que queremos lucir, alimentos altos en grasa, en carbohidratos y en calorías en general, que no hacen más que dañar nuestra salud y acumular kilos y kilos de grasa en nuestro cuerpo, grasa, que al estar presente en cantidad adecuada es benéfica para nuestra salud, pero que al excederse se convierte EN LA SEGUNDA CAUSA DE MUERTE PREVENIBLE sólo después del tabaquismo.

Existe un alarmante desconocimiento de la gran mayoría de la población sobre cómo es la mejor manera de alimentarnos, cómo podemos hacer de los alimentos nuestros aliados en la lucha por la supervivencia, este desconocimiento aunado a las aplastantes campañas publicitarias en pro del consumo de los alimentos dañinos, nos provoca la epidemia de obesidad que hoy padecemos, de ahí que la frase del famoso químico y biólogo francés Antonie Lavoisier dijera allá por el siglo XVIII nunca ha sido más cierta que hoy en día: "El hombre no muere: se mata".

La gran ventaja es que nuestro organismo al ser un universo en constante cambio, si nos proponemos un cambio en nuestra alimentación, comenzará su regeneración y mejoría, si tú también te alimentas de forma inadecuada y has acumulado peso de más, escucha la sutil voz de tu cuerpo que te debe estar pidiendo que mejores tu alimentación, ya sea por una fatiga al caminar, por un dolor en la zona lumbar, por algún trastorno digestivo, decídete e inicia el cambio para que tú también hagas del alimento tu cura y no tu enfermedad.


Dr. Javier Gutiérrez Ornelas

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