14 enero 2012

El poder del pensamiento


Cuando intentamos cambiar nuestros hábitos alimenticios, debemos preguntarnos qué es lo que realmente perseguimos: ¿queremos comer de forma balanceada para tener una mejor salud o sólo estamos “sacrificándonos” para bajar de peso? Desde este pensamiento aparentemente trivial parte nuestro pronóstico para lograr un peso saludable y sobre todo permanente. ¿Por qué?  Si analizamos un poco esta interrogante veremos la gran diferencia entre una y otra pauta de pensamiento, cuando queremos iniciar una alimentación balanceada, primero llegamos a estar conscientes que no la estamos realizando y que eso nos trae como consecuencia el sobrepeso y una serie de trastornos agregados, entonces de forma seria y madura decidimos iniciar un proceso de comer responsable y nos asesoramos e informamos sobre qué alimentos, en qué cantidad y en qué combinación debemos ingerir, en este abordaje estamos responsabilizándonos por cambiar nuestros hábitos alimenticios y eso nos conducirá a una consecuencia ineludible: un peso sano.

Si por otro lado, empezamos a suprimir alimentos que sabemos nos hacen ganar peso, como los chocolates, el pan, los refrescos, las frituras, con la intención de adelgazar, pero al dejarlos sufrimos más que si camináramos descalzos sobre las brasas y maldecimos y refunfuñamos cada que vemos un plato rebosante de lechuga, añorando las olorosas y aceitosas papas fritas entonces estaremos esperando la primera oportunidad para “dejar la dieta” y decir una vez más: “yo no sirvo para hacer dietas” pero si somos sinceros cualquiera que aborde un cambio alimenticio yendo del incorrecto al sano, como si se tratase de una manda o de un sacrificio opinará exactamente lo mismo y abortará la misión.

Por tal motivo es muy importante que antes de iniciar un cambio en su alimentación usted reflexione sinceramente en estas dos afirmaciones: “quiero realmente comer de forma sana y balanceada para mejorar mi salud y mi peso” o “necesito privarme de todo lo que me gusta (refrescos, pizza, hamburguesas, etc.) durante un tiempo para adelgazar y luego poder volver a comerlo sin problemas”. En el momento que de forma sincera, la primer afirmación se establezca en usted de manera firme e inquebrantable, estará listo para iniciar su camino hacia el peso sano y créamelo, será un camino directo al éxito, pero si es la segunda afirmación la que ronda en su cabeza, mejor espere, ya que se irá conduciendo muy seguramente a otro intento frustrado o en el mejor de los casos a un intento en el que sí alcance la meta pero de forma fugaz o pasajera.

Ese es el poder de nuestra mente, un solo pensamiento puede definir nuestro pronóstico y nuestro futuro en cuanto al peso se refiere, así que trabaje en armar de forma solida el primer pensamiento y su éxito estará asegurado.


Dr. Javier Gutiérrez Ornelas







1 comentario:

  1. Que hermosas y ciertas estas palabras! Encontrar el momento adecuado para comenzar el tratamiento, quizas pueda resultar costoso darnos cuenta si estamos preparados para ponernos en acciòn o no, ya que la prisa por alcanzar un peso saludable puede provocar que esquivemos etapas; esa certeza y seguridad siempre va a estar en nuestro interior, y como dice el escrito si no nos engañamos a nosotros mismos y recurrimos a la consciencia plena. Ningun camino es dificil, solo aquel que no se intenta, para ello, los profesionales con toda su dedicacion y entrega estan para guiarnos y acompañarnos en cada una de las etapas que nos encontremos. El momento oportuno siempre llega, es cuestion de paciencia y tener la firme convicciòn de querer estar mejor, vivir sanamente! Saludos!!

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