En
días pasados me abordó una paciente de las que atiendo en mi consulta de
medicina general, paciente a la que siempre he conocido con sobrepeso pero que
nunca se había interesado en adelgazar o al menos eso es lo que ella
repetidamente me decía cuando yo le sugería una perdida para beneficio de su
salud, en esta ocasión me dijo: - Doctor, yo no quiero que me ponga a dieta,
solo quiero que me enseñe cómo debo comer.
Ante
su comentario, dos ideas cruzaron por mi mente, la primera de ellas fue en
relación a su comentario “que me enseñe cómo
debo comer” siendo una mujer de 55 años quien según estadísticas sobrepasa
la mitad de su esperanza de vida, me dice que ¡no sabe comer! O sea que ha
sobrevivido más de 50 años ¡sin saber comer! Ahora, aunque esto suene absurdo,
es un hecho real y bastante frecuente, porque, ¿Cuántos de nosotros sabemos
cuántas calorías debemos ingerir diariamente para mantener un peso sano? ¿Qué
porcentaje de cada nutriente debemos ingerir para mantener un sano equilibrio?
¿En qué alimentos están contenidos los diferentes nutrientes que necesitamos?
¿Qué combinaciones son favorables y cuáles son necesarias evitar para una
correcta nutrición? ¿Qué raciones debemos manejar dependiendo de la hora del
día? Y así podríamos continuar con más preguntas que nos harían ver que estamos
como mi paciente de 55 años: no sabemos
comer.
Si
nosotros compramos un coche y no le damos el mantenimiento al motor con sus
cambios de aceite y filtros cada que lo requiere de acuerdo al manual del
fabricante, el motor se desgastará y se dañará antes de tiempo, su vida útil
reducirá porque no sabemos cuándo hacerle su mantenimiento o no nos interesamos
en realizarlo a tiempo, de la misma forma no debe de extrañarnos que nuestro
cuerpo se deteriore y enferme de forma más frecuente y la vida promedio
disminuya si no sabemos comer.
El
segundo pensamiento fue en relación a su comentario “yo no quiero que me ponga a dieta” seguramente ella se imagina que
“ponerse a dieta” es someterse a una
tortura equivalente a la de un campo de concentración, esta es desgraciadamente
la percepción en mayor o menor proporción
de “ponerse a dieta” sin embargo, este pensamiento no es del todo
infundado, ya que existen propuestas de regímenes literalmente criminales que
te ofrecen perdidas maravillosas las cuales nunca llegan o si llegan, no
perduran, sin embargo ponerse a dieta es precisamente lo que esta mujer quería:
enseñarse a comer, porque en el momento que sepas cuánto, qué, cómo, a qué hora
debes comer, en ese momento te estarás “poniendo a dieta”.
Así
que dos cosas son importantes de mencionar de acuerdo al comentario de mi
paciente (quien al orientarla como me lo sugirió, ya la puse a dieta sin que lo
sepa) primero, que sería recomendable invertir parte de nuestro tiempo en
informarnos de fuentes serias sobre nuestra nutrición y segundo quitar de
nuestra cabeza la idea que ponerse a dieta es un tormento, un castigo, sino por
el contario es la forma correcta en que debemos alimentarnos.
Dr.
Javier Gutiérrez Ornelas
Es muy interesante,¿Me podrías dar tu correo?
ResponderEliminarMe gustaría hacerte algunas preguntas Doctor.
Gracias.
Atte. mabel