En el camino hacia un peso sano, son múltiples los obstáculos que encontraremos, pero también son muchas las herramientas que podemos emplear para sortearlos con éxito y una de ellas es la reflexión.
Se dice ya tradicionalmente que “si las cosas que valen la pena se hicieran fácilmente, cualquiera las haría” y esta frase nunca podría ser mejor aplicada que en nuestra búsqueda por alcanzar nuestro peso ideal, porque ¿qué actividad que emprendamos, puede valer más la pena, que aquella que nos lleva a mejorar nuestra salud como objetivo primordial, y a mejorar nuestra imagen como premio agregado? Cualquier otra meta o actividad que nos tracemos ya sea laboral, deportiva, artística, educativa, de desarrollo humano o incluso espiritual, requiere sostenerse en una salud radiante, de otra manera poco será el tiempo en que lo que hayamos construido se derrumbe.
Pero para continuar la frase, “…si se hicieran fácilmente…”, no existirían personas obesas o con sobrepeso, en este punto debemos de ser realistas, no pesimistas ni mucho menos fatalistas, debemos ser conscientemente maduros para aceptar que perder peso y sobretodo mantener dicha pérdida, no es tarea sencilla, requiere disciplina, paciencia, perseverancia, confianza, madurez y sobretodo un cambio permanente en los hábitos alimenticios y de nuestra actividad física. Sin estos elementos, “…cualquiera las haría”.
La gran paradoja de esta frase, empleada de forma específica en el control de peso, es que, ¡cualquiera puede hacerlo!, cualquiera que se decida a seguir el camino correcto alcanzará su peso sano, y aunque la solución está al alcance de todos, no todos quieren tomarla. Además el afirmar que todos los que lo intenten seriamente pueden lograrlo, se basa en que tener un peso sano, ES nuestra verdadera naturaleza. Si armonizamos nuestra ingesta alimenticia con nuestra energía metabólica, el resultado invariablemente será la obtención de un sano peso corporal y estaremos regresando a casa, estaremos regresando al estado de salud óptima con el que fuimos creados y del cual nos alejamos al ingerir más de lo que necesitábamos.
Así que en la primera oportunidad que usted tenga, haga un alto en el camino, siéntese cómodamente y reflexione utilizando esta ya tan conocida frase: “si las cosas que valen la pena se hicieran fácilmente, cualquiera las haría” y pregúntese sincera y profundamente: ¿puedo hacer hoy, por mí, lo que más vale la pena?
Indudablemente su sabiduría profunda, esa que siempre existe cuando le damos la oportunidad de manifestarse, responderá favorablemente y podrá entonces reiniciar o comenzar ese camino que aunque no está tapizado de rosas, si persevera en él, le brindará los frutos de una salud radiante y una imagen envidiable. Así que el problema (el sobrepeso) está en usted, pero la solución (emprender un sistema serio para adelgazar) también está en usted, y cuando nosotros somos el problema, y también somos la solución, es suficiente con tomar la mejor decisión, iniciar lo más pronto posible nuestro camino y la meta no estará muy lejos de ser alcanzada.
Dr. Javier Gutiérrez Ornelas
Gracias por esta invitación a la reflexión. Me gustó mucho el comentario de "es nuestra verdadera naturaleza tener un peso sano" y sobre todo que es cierto!! Todos podemos volver a nuestro peso sano, solo hay que decidirlo y hacerlo!!
ResponderEliminarefectivamente "cualquiera puede hacerlo"...querer es poder, y si ponemos en primer lugar nuestra salud nos sentiremos mejor que nunca llevando una buena y sana alimentacion
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