Se
dice que “los límites que el ser humano tiene, son los límites que el mismo se
impone”, esta frase es sumamente cierta si consideramos lo importante que es que cada uno se ponga una
meta y trabaje en ella, aunque si de entrada pensamos que dicha meta está fuera
de nuestro alcance, será imposible aspirar a la misma.
Esto
también es aplicable a nuestro camino en la reducción de peso. En mi práctica médica diaria, me ha tocado
infinidad de veces que llegan pacientes a solicitar una consulta y al momento
de subir a la báscula y ver el peso que presentan, yo les pregunto: ¿cuál es el
peso al que le gustaría llegar? Esta
pregunta la hago con dos intenciones, una por supuesto, es saber cuál es la
meta que el ó la paciente tiene proyectada, ver qué tan cerca pretende estar de
su peso ideal, de acuerdo a su Índice de Masa Corporal, y saber contra cuánto
sobrepeso vamos a trabajar; pero la otra intención es percibir en el paciente
qué tan confiado o seguro se ve de alcanzar dicha meta, su rostro, sus
expresiones y por supuesto su opinión respecto a esa pregunta me indican si
dicho paciente tiene claramente visualizada su meta o si mas bien piensa que la
meta es inalcanzable y que sólo se conformará con bajar unos cuantos kilos.
Si
el paciente tiene clara su meta, es más fácil trabajar en este proceso, sólo es
cuestión de ir monitoreando sus avances y las percepciones que el paciente
tenga de los mismos para evitar que se desanime en el proceso y se mantenga
firme hasta el final, sin embargo en aquel paciente que no tiene una meta
clara, la situación es más complicada.
En
estos últimos pacientes es necesario primero alentarles a que se visualicen en
el peso que desean alcanzar, no importa a cuántos kilogramos se encuentren de
distancia de su peso idealizado. La
visualización y una firme convicción de que lo lograrán es indispensable para
que esto se transforme en realidad, y para que puedan trabajar contra los
obstáculos que se presenten en su camino.
Por
tal motivo si usted decide iniciar un sistema reductor, visualice hasta dónde
quiere llegar, imagínese como se vería con esa figura, imagínese subiendo a la
báscula dando el peso que desea ver en ella, visualícese mentalmente comprando
ropa de la talla que desea alcanzar, trate de ver todos los detalles de estas
imágenes, imagínese que le felicitan por su logro, que le preguntan cómo lo
alcanzó, todas estas imágenes lograrán reforzar su mente para que tenga la
suficiente fuerza de alcanzar su meta.
Y
recuerde esto, dichas visualizaciones no son sólo una fantasía, son las imágenes
vivas de su futuro si decide perseverar hasta alcanzarlo.
Dr. Javier Gutiérrez Ornelas
Muy lindo artículo! Todo es posible si se toma la decisión clara de comenzar un tratamiento para mejorar la salud y se continúa en el tiempo más allá de las dificultades y presiones de la vida. No hay logros sin perseverancia, la forma y constancia con la que encaramos nuestros objetivos definen el camino. El médico y especialista en nutrición está siempre allí para acompañarnos y guiarnos en este proceso de cambio, pero es dentro nuestro donde nace la fuerza que nos mueve a buscar estar mejor. A no rendirse!!!! Mucha suerte!!!
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